“No podemos imaginar un mundo sin vuelos y, sin embargo, no podemos vivir con la contaminación que producen”, declaró la semana pasada la secretaría de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, en el Foro de Acción Mundial por la Energía Limpia (GCEAF) celebrado en Pittsburgh. El tema: “Combustible de aviación sostenible: despegando en todo el mundo”.
GE está comprometida en lo que Granholm denominó un “esfuerzo integral” para descarbonizar la aviación, que representa aproximadamente el 2,5% de las emisiones mundiales de carbono. El año pasado, el gobierno de EE.UU. estableció dos objetivos para el combustible de aviación sostenible (o SAF): la producción de 3.000 millones de galones para 2030 (lo que supondría un aumento de 600 veces con respecto a 2021) y 35.000 millones de galones para 2050, lo suficiente para satisfacer toda la demanda prevista de la aviación en EE.UU., y así ayudar a reducir drásticamente las emisiones de carbono asociadas a los vuelos comerciales.
Todos los motores de GE pueden funcionar con SAF aprobado hoy en día, que actualmente se encuentra certificado para su uso inmediato; lo que significa que es intercambiable con el combustible Jet A y Jet A-1 convencional y no requiere modificaciones en los motores, en los fuselajes ni en la infraestructura de combustible. Puede obtenerse a partir de una amplia gama de materiales de origen vegetal, aceite de cocina usado, residuos sólidos municipales, alcoholes y azúcares, carbono capturado y otras materias primas.
El motor Passport de GE durante las pruebas de combustible de aviación 100% sostenible realizadas este año en la operación de pruebas de Peebles, en Ohio. Crédito: GE Aerospace
El experto en combustibles de GE Aerospace, Gurhan Andac, que también intervino en el foro, aplaudió estos objetivos y dijo que un aumento de esta magnitud requiere barreras de seguridad. “No hay aparcamientos en el aire; no se puede parar y abrir el capó”, dijo. “Así que desde esa perspectiva, para los fabricantes y para nosotros en GE, es extremadamente importante ayudar a garantizar que las nuevas tecnologías de combustible introducidas sean seguras”. Andac, que es el jefe técnico de ingeniería de GE Aerospace para combustibles y aditivos de aviación, también preside el comité de ASTM International que mantiene la especificación estándar a nivel global para los combustibles sintéticos para turbinas de aviación.
Granholm estuvo en el GCEAF para presentar una nueva hoja de ruta sobre combustibles de aviación sostenibles, que es la culminación de un esfuerzo de un año de duración realizado por su agencia junto con los departamentos de Agricultura y Transporte y otros organismos gubernamentales e industriales. Con la previsión de que la demanda de combustible de aviación en EE.UU. aumente en un 40% para 2050, dijo, la necesidad de soluciones es cada vez más urgente. “El SAF es la herramienta más importante de nuestro arsenal para poder abordar este sector, y es la razón por la que hace un año el gobierno estadounidense lanzó nuestro Gran Desafío SAF”.
Andac se mostró de acuerdo, afirmando que los avances de GE en nuevas tecnologías de vuelo más eficientes como al consumo de combustible, los motores eléctricos híbridos para aviones y los diseños avanzados de núcleo y combustión de motores, “no sustituirán la necesidad de SAF, y no estarán en servicio hasta mediados de los años 30”. El SAF, en cambio, es una solución aplicable a toda la flota y a toda la infraestructura que ya está disponible, al menos desde el punto de vista tecnológico.”
Andac Gurhan en el foro del GCEAF. A la derecha: Lauren Tremblay, consultora senior de sostenibilidad de Southwest Airlines. Crédito: GE Aerospace
Estos combustibles, como sin duda han visto los viajeros en sus revistas a bordo, ya impulsan los vuelos en todo el mundo, al menos en pequeños porcentajes. Y el potencial para ir mucho más allá ya está aquí. El pasado mes de octubre, un vuelo de Etihad Airways que utilizaba motores GEnx de GE empleó una mezcla de combustible que contenía SAF entre una serie de soluciones existentes en un vuelo regular de larga distancia de Londres a Abu Dhabi. Ese vuelo produjo emisiones de carbono un 72% inferiores a las de un vuelo equivalente realizado dos años antes. Dos meses más tarde, United Airlines realizó el primer vuelo experimental del mundo con pasajeros utilizando un 100% de SAF en uno de sus motores CFM LEAP-1B. (CFM International es una empresa conjunta al 50% entre GE y Safran Aircraft Engines). Y en mayo, KLM Royal Dutch Airlines realizó dos vuelos simultáneos con motores GE que utilizaron un 39% de SAF.
Pero para alcanzar los objetivos del Gran Desafío de SAF de Estados Unidos se requiere una inversión masiva en las cadenas de suministro y en las instalaciones de producción para que el SAF esté disponible en las cantidades necesarias para las aerolíneas. La hoja de ruta federal del SAF establece seis áreas de acción necesarias para avanzar en la causa: innovación en materias primas, innovación en tecnologías de conversión, creación de cadenas de suministro, análisis de políticas y valoraciones, habilitación del uso final, comunicación de los avances y obtención de apoyos.
Estas contribuciones políticas no pasan desapercibidas para GE, comentó Andac. “La hoja de ruta del gobierno estadounidense que se acaba de anunciar será sin duda muy decisiva”, finalizó.